viernes, 29 de abril de 2011

Claro, entiendo, ya no me lees, por lo pronto, como dije antes puedo escribir sin censurarme.
Pero, ¿de que escribir?
Lo mucho que me gusta Abril, pero ya es conocido lo he manifestado tantas veces, pero me colgué en esa palabra, Abril.
Y me doy cuenta que tiene cinco letras, y que el idioma castellano riquísimo en expresión poéticas es caprichoso para nombrar las cosas, como por ejemplo la palabra Abril.
Si, fíjate que son solo cinco letras y en el merengue de letras pueden juntarse para tomar el nombre de una mujer, ¿cual es ese nombre?
Ya no lo se, lo deje en una carpeta, o tal vez en una hoja que solo se llevo unas letras al cajón del escritorio.
La ironía de las palabras que se esconden para no nombrarte.
Esas que te llevan por el cielo despejado, que se hacen viento y torbellino, como tú presencia a mí a lado.
Esas, en manantiales serenos, cristalino espejo de las almas heridas
Y así dejo pasar el tiempo, dejándome agonizar en un recuerdo, permitiéndome el lujo de malgastar mi vida, aferrado al desatino de los tiempos.
Entonces volver a las palabras, que en tu boca no significan nada, para volver a las palabras que nombran las cosas perdidas, las cosas juzgadas, las cosas que pierden el valor cuando se ha perdido la valentía de vivir a contramano de los tiempos.
Y el coraje se avergüenza y la osadía enmudece y el corazón se desvanece en otro poema épico, en una canción de rebeldía, en los silencios que se niegan a dejar la vida.
Y las palabras nuevamente afloran, y otros vientos soplan, y la primavera hoy lejana me pide que me quede, que la espere, por que solo ella me devolverá los colores y los perfumes que un corazón temeroso me ha negado

miércoles, 6 de abril de 2011

Desden

Se obstinan en mírame a los ojos, y aunque intento desviar mi mirada siempre están allí. Me molestan por que no entiendo que quieren decirme, cierro los ojos con fuerza y esos otros ojos parecen traspasar mis parpados. Siguen allí, ya no se que hacer, pues esos ojos y ese rostro me son conocidos. Me turba esa expresión y quiero leer en ellos un mensaje que aclare mi pensamiento, y me temo que no han de darme respuesta si de mis labios las preguntas no se dejan oír. Quiero entender y busco en esa mirada una sombra de odio, pero no la hay, quiero encontrar en ellos el rencor, pero tampoco logro verlo. Tal vez sea esa indiferencia la que me castigue, pero entonces ¿por que mírame? Ya no puedo mirar de frente, comienzo a temerle al camino si esa mirada me sigue, si esos profundos ojos negros quieren caminar mi propio sendero, perseguirme hasta lo desconocido del universo, hundirse en las profundidades de un mar tormentoso como la propia vida. Como hacer para evitar una presencia que me lastima y sin embargo quiero volver a ver. Por que se, que existe la magia y esta en el brillo de esos ojos que si se humedecen por el llanto me duelen sin pudor, si brillan acompañando una sonrisa limpia y franca hace brincar mi corazón. Se que son la luz de un alma en pena, y sin darme cuenta veo en sus ojos los míos y entonces percibo su dolor.Actúan como si me conocieran, saben más de mí que yo. Son como un reflejo de un espejo que el tiempo y el hastío en mil pedazos destrozan y con su filo ingenuo y filoso me hiere el alma hasta sangrar las palabras que no se atreven a pedir perdón

lunes, 4 de abril de 2011

Que no me sorprenda

QUE NO ME SORPRENDA Que no me sorprenda la soledad de los desiertos Y mucho menos la de los cementerios Que el camino sea para transitar acompañado Que siempre sea de a dos Que no me sorprenda la angustia del alcohol Y mucho menos sus fantasmas En esa silla vacía que dejo su amor Que no me sorprenda la noche triste Y mucho menos una guitarra en un rincón. Que la partitura llegue de su mano Y la poética rima abra su corazón Que no me sorprenda la mueca estúpida del enemigo Y mucho menos sus arrogantes palabras ¡Que lo aturda mi voz! Que la verdad le lastime, como diente de león Que no me sorprendan los pañuelos en alto Que no sean para decir adiós Que sean de bienvenida Que sean sus abrazos los que me reciban Encerrados en una canción. Y por fin que no me sorprenda la muerte Que no me ataque por la espalda Y mucho menos en una esquina sin luz Es que quiero ver su rostro Y mi rostro mirando al sol Es que quiero sorprenderle Cuando me lleve Y entienda que mi vida no se detiene Aunque no me vaya con vos