martes, 21 de junio de 2011

Mediocridad

Hoy estaba dispuesto a escribir algo optimista, pero la desazón vuelve a ganarme en la mediocridad propia y ajena.
El tiempo, lógicamente imparable se lleva los acontecimientos con la misma velocidad con la que nos trae las noticias.
Un traidor político e ideológico puede echar por tierra todas nuestras creencias, un traidor que además utiliza los dineros de una causa justa en beneficio propio, desarticula todas las palabras del mejor orador ante una multitud.
Y me hacen sentir un mediocre en medio de tanta mediocridad, pero se supone que la inteligencia humana me dio la posibilidad de hacer un análisis.
Y me veo tan obtuso como el ignorante que nos domina.
Y me avergüenzo una vez más, y no encuentro más culpables que mi propia ignorancia, pues los hombres dominan el mundo con la palabra con la que no se comprometen.
Se que no estoy solo en la lucha, pero ¿con que palabras?, puedo convencer a las generaciones futuras.
Caigo en el infortunio que provocan las acciones ajenas, caigo en las manos del poder, tan indefenso como un niño en medio de una guerra.
Y mi palabra ya no alcanza para contener la desilusión de los jóvenes que me sucedan.
Tal vez en otra vida, los hombres comprendan, tal vez yo mismo no sea el mismo, tal vez sea mejor. Tal vez, las injusticias hagan finalmente comprender al homínido que se pasea por este mundo que el hombre no es esclavo del hombre y que la justicia es más necesaria cuando se trata de un traidor de las ilusiones ajenas.
Tal vez comprenda mi propia verdad, y ella me grite, levántate ante la adversidad y sigue tu lucha aunque sea en la más absoluta soledad.

jueves, 9 de junio de 2011

Perdonenme todos los dioses

¿Habrá sido la casualidad?, ¿lo estrecho del lugar?, nunca lo sabre.
¿Será que la vida se presenta simple y armoniosa en la panza de una embrazada?
¿Será que esa madre, quiso decirme algo al rozar su vientre en mi brazo?
¿Será la estúpida sin razón, que me avergüenza?
La vida que se toma revancha, que me empuja a la locura de saber que solo se ama lo que se pierde en los oscuros caminos de la eternidad.
Y no existe el dolor, mas bien la admiración, por saber que la vida crece en un nido que se llena de amor.
Válgame la osadía que descubre en los ojos de una mujer la alegría por soñar a ese hijo que esta por nacer.
Perdónenme todos los dioses, si ame a esa mujer.
Perdónenme si ahora no puedo volver la vista atrás.
Pero a los dioses que nunca escucharon mis ruegos, les pido una vez mas, protejan a este retoño que pronto esta por nacer, denle la oportunidad de ser feliz, llenen su vida de la alergia de encontrase con un mundo mejor.
Donde los hombres entiendan que no existe la vida si no hay amor.
Y así se, que solo sueñas con el, con ponerle un nombre que lo vuelva hombre.
Que solo sueñas con que piense en ti y llene tus ojos de lágrimas cuando escuches por vez primera, es voz que te llame Mamá.