domingo, 16 de abril de 2017



El sin sentido

De a poco pierdo la conciencia, siento un miedo  como el que quizás, jamás antes haya sentido.
Un dolor atroz recorre mis últimas fibras, de un cuerpo que se sacude al morir. No es paz lo que me invade, es una incertidumbre profunda. Sin preguntas, sin respuestas, sin voces ni sensaciones.
Todo es la simple nada y al ser nada es inexistencia.
Al no haber un cuerpo que delimite mi vida, no comprendo con exactitud qué soy ni donde estoy.
¿Alma al fin? ¿Espíritu y confusión?
No, solo una presencia omnipotente dentro de mí.
Sin embargo tengo conciencia y razonamiento, y comienzo a sentirme parte de una energía tan poderosa como la vida misma.
Porque definitivamente es eso lo que soy, energía.
El cosmos no tiene límites, el confín del universo me atrapa y me lleva por caminos jamás recorridos por humano vivo alguno.
Entonces comprendo, que la vida continúa después de la vida, porque la energía es un todo que nos conecta con el universo, que nos conecta con la existencia y por fin que nos hace inmortales.

La sala de emergencia se alborota, una y otra vez, un medico grita.-Otro intento- y una fuerte descarga llega a mi corazón.
Se sacude mi cuerpo y una jeringa endovenosa perfora mi vena, un fluido caliente pasa recorriendo mi cuerpo, que  momentos antes era un cadáver yaciendo en la cama de un hospital público.
Y sin mi permiso, mi corazón comienza a latir lentamente.  Entonces, casi imperceptible, un monitor comienza a dar signos de vida entre los vivos.
Los malditos bastardos sonríen satisfechos me vuelven a la vida. Su vida.
Y me alejan, tristemente,  de la eternidad.

jueves, 6 de abril de 2017

Capitalismo



El capitalismo es un sistema basado en el egoísmo humano. Donde el dinero compra voluntades, convirtiendo las almas en simples objetos de cambio.
Así un hombre pierde los valores básicos, transformándose en una bestia del consumismo.
El ansia de tener y el irrefrenable deseo de poder, lo convierte en una máquina desprovista de sentimientos.
Los hombres pasan por consiguiente a ser un mero objeto de intercambio comercial, vendiéndose a marcas o productos, a bancos o estados, perdiendo todo atisbo de individualidad.
Entonces estos se venden a otros y se van convirtiendo en esclavos en nombre de la libertad de consumo.
Su capacidad de entendimiento, termina, donde comienza una cuota que les de algún prestigio.
Dejan de creer en sí mismo y en esta debilidad se entregan a un sinfín de sufrimientos.
La hipocresía gana terreno en estos seres, que comienzan a mentir amores y libertades.
Enfermando su psiquis a tal grado que se convierten en fáciles presas de las drogas, sean estas legales o ilegales.
Pagan a dudosos terapeutas para que le solucionen problemas tan burdos, sencillos y simples, como la muerte de un Potus.
Así las cosas por millones se multiplican, dándole a la manada una sola voz de mando.
Esta voz, finalmente se apodera de su dinero y aunque siendo igualmente irracional, tan solo algo más dotado y algo más lleno de su lado oscuro, es quien adquiere el poder.
Entonces ignorantemente la masa, mansamente deposita en ese individuo enfermo de poder y dinero, todos sus bienes derechos y  principios.
Desplaza de esta forma toda probabilidad de Libertad, marca normas leyes y edictos, pretendiendo establecer un orden social.
Así es como se apropia de economías, políticas, religiones y moralinas. Y hasta se enorgullecen de ser los dueños absolutos a través de dudosas compras estados  completos,  donde sus políticos corruptos cambian el color de sus banderas por un puñado de dólares.
Entonces marcan cada paso que el hombre da, le dice como vestirse, como peinarse, como proceder.
Le  envenena su cabeza a través de una pantalla, hace que crea que es indispensable en su vida, un teléfono celular, antes que un libro.
Unas Zapatillas de marca antes que dejar sus huellas descalzas en la arena de una playa.
Su voz deja de ser su voz y es la voz de las estrellas de una caja boba.
Donde suelen opinar personajes sin pensamiento propio, serviles al poder del mandatario de turno.
El capitalismo destruye sistemáticamente la individualidad y la libertad del hombre.
Eso, querido hermano , es el capitalismo.