El perfume de los tilos me adormece en las mañanas de mi ciudad y con mi mate debajo del brazo cruzo mi barrio con el desden que me han dado los años.
Los pájaros no dejan de trinar desde las frescas copas de los arboles que se inclinan reverencian do a la ciudad.
Un perro grande bosteza en el portal de un viejo caserón, fiel imagen de sus dueños y del paso de un tiempo que quizás tal vez halla sido mejor.Lentamente se va despertando el barrio entre bostezos y la pereza de los que no quieren ir al trabajo.
El ruido del camión de los basureros rompe el silencio junto con la gurisada que divertida cuadras mas abajo rumbea para la escuela.
Las persianas de los talleres rechinan con la insoportable molestia que le provoca a mis pocos dientes, entonces mi calvicie se comienza a calentar justo cuando el sol irrespetuoso de mis años no deja de crecer en el horizonte.
Camino lento, no tengo prisa pues ya le robe al tiempo su tiempo y el a mi, mi sonrisa.
Conservo los sueños de juventud,y la maldita y traicionera memoria, revive mi vida, junto a la pesadez y lentitud de mis pasos.
Perdida esta ya la tersura de mi piel, mis manos temblorosa y manchadas intentan verter el agua caliente en un mate que se ha puesto tan viejo como yo.
Mientras tanto mi humanidad se planta frente a un kiosco de diarios y un joven con la insolencia de sus jóvenes años me pregunta ¿Que va a llevar DON?
No le respondo, con mi mano izquierda temblorosa señalo un diario casi que al hazar,busco entre mis bolsillos unas monedas, pago y me retiro lentamente hacia un banco frente al mar.
Aquí el mundo vuelve a detenerse, son ese olor a mar, las olas rompiendo blancas y saladas en la playa y el griterío incesante las gaviotas que revolotean muy cerca de los barcos de los pescadores.
Mis anteojos redondos y cargados de aumento me permiten leer el diario,ya me aburren las noticias policiales, las políticas, y las deportivas, entonces busco las necrologicas y descubro que la han matado.
Era mujer joven y fresca por donde pasaba dejaba su perfume y rebeldía era orgullosa y amada por innumerable cantidad de hombres.
Pero hoy me entere que la habían matado otros... hombres.
Disfrazados de modernidad y tecnología, gritando a todos que ellos eran el futuro, y con su futuro violento y egoísta la mataron, hablo de mi Libertad.
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