martes, 23 de enero de 2018

Hombre ,o Bestia ,o Enfermo, o Capturado

El sonido de la mirilla de la puerta metálica se abre y se cierra cada tanto, simulo estar drogado por las inyecciones que me aplican y me hamaco rítmicamente hacia atrás y hacia delante con la mirada perdida y dejando caer algo de baba por la comisura de mis labios.
No me engañan yo no soy su paciente, ellos son los míos, desde aquí puedo ver su mundo hueco y tormentoso, ausente de sensaciones, fácil, simple y servido. Su mundo virtual no me atrae, apesta con el hedor de la mentira.
Se que no vale la pena detenerme a pensar en ellos, cuando una mosca enorme se posa, pesadamente en el dedo gordo de mi pie descalzo, el zumbido de sus alas es una amenaza, me mira con esos cientos de ojos con la atención del cazador.
Trago saliva y espero… solo tengo una oportunidad, es un desafío entre ella y yo, solo tengo que esperar a que decida atacarme.
Se prepara echando su cuerpo hacia atrás, lentamente casi imperceptiblemente los músculos de mi mano derecha se preparan para repeler la agresión.
Espero… y en un solo movimiento la atrapo, abro mi boca y la mastico, pero su sabor me es desagradable, la escupo, muerta, yerta, sin vida, y río es que el hombre ha vencido una vez más a la bestia.
Ahora me detengo en mis manos, tengo las uñas largas como garras y un bello abundante como el de un lobo, eso es lo que soy.
En cuatro patas aprecio la luz de la ventana que a lo alto me deja ver la luna, aúllo hasta aturdirme con mi propia voz y me desmayo volviendo al pozo oscuro y silencioso de donde provengo.

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