No lo sé, no creo, me llamaba su
musa inspiradora, y me escribía y escribía mail y más mails, casi es así que
hasta me sentí arrepentida de haberle pasado mi correo electrónico.
A decir verdad era un loco,
un paranoico, un soñador, por lo pronto un fracasado.
Puedes entender que no me
importaba un hombre viejo cuando yo estaba en plena juventud, acaso tendría
veinte y tantos años.
Solo hablaba y hablaba de la
libertad, del horizonte, de nuevas primaveras, del hombre nuevo y que se yo
cuantas tonteras mas.
Pero, nena , vos sabes que la
abuela siempre fue una mujer divertida y practica así que habiendo tanta oferta
de jóvenes como yo, y conociendo hombres seguros de sí mismos y con proyectos
que no morían en castillos entre las nubes, lo escuchaba sin prestarle
atención.
Recuerdo y ahora que lo traes a la
memoria que fue antes de la guerra, que este hombre viajo a su país
Y al regresar traía consigo estos
dos mates, bien sabes tú. Que uno tiene pintada la bandera de Uruguay y el otro
es la cara del "Che".
Yo no estaba para
reflexiones, así que acepte el obsequio para no herir sus sentimientos.
La nieta interrumpe el relato porque
nota que la pobre comienza a quedarse dormida
_Abu quieres seguir contándome
mañana, pues ya es tarde tengo que cenar y ponerme a estudiar, si quieres te
llevo a la cama.
Dicho esto acerco a la anciana
hasta la cama y al darle un beso en la mejilla soltó una última pregunta antes
de retirarse de la habitación.
_ ¿Abu, como se llamaba ese hombre?
_Me creerías, si te digo que lo he
olvidado...
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